Clusterización y factores productivos

Clusterización y factores productivos especializados

Clusterización e instituciones

El crecimiento económico de las regiones, tiene un claro impacto sobre el nivel de vida de sus habitantes, a la vez que crea un clima propicio para futuras inversiones. En otras palabras, el crecimiento económico de la mano de la formación de capital, genera más crecimiento económico, o bien, en términos más simples, la riqueza genera más riqueza. No obstante, está tautología reduccionista no nos dice mucho de los mecanismos subyacentes que desencadenan el proceso de crecimiento regional.

Para explicar el crecimiento económico y su relación con los clústers, es necesario destacar que dicho crecimiento no sólo es el resultado del proceso de formación de capital, en él intervienen otros factores menos visibles pero sin duda determinantes para el crecimiento y el desarrollo regional, mismo que favorece a toda firma en cada rubro productivo en la región.

Estos factores indefectibles son las instituciones, definidas por Douglas North (1995) como las normas de interacción social entre individuos, en otras palabras, las reglas del juego. Sobre dichas reglas se cimienta el mercado, bajo una institucionalidad particular que garantiza la observancia de las normas de intercambio comercial y de factores productivos, a la vez que disminuye la incertidumbre y, por consiguiente, los costos transaccionales de los actores en el mercado.

Dicho de otro modo, una institucionalidad fuerte, permite a las personas saber cómo se van a comportar sus congéneres dados los comportamientos establecidos por dichas normas, lo cual es esencial puesto que siempre se toman decisiones bajo incertidumbre; información asimétrica y limitaciones computacionales de orden cognitivo.

Saber que esperar de los demás, saber que se van a cumplir las normas establecidas, es esencial para el mercado, cuyas normas particulares (de forma muy general) incluyen aquellas que regulan el derecho y acceso a la propiedad privada, además de las garantías contractuales en el intercambio.

Asimismo, existen normas formales -asentadas en el marco jurídico de cada país-, y normas informales, formas de intercambio consuetudinarias propias de cada lugar; ambas serán definitorias en el proceso de desarrollo regional.

A este respecto, las diferencias de crecimiento entre un país y otro, no son explicadas por la formación de capital, siendo que esta, surge como resultado de una institucionalidad proclive a su conformación; dentro de dicha institucionalidad se ha encontrado a lo largo de la historia la formación de clústers. Áreas geográficas que no sólo están integradas a nivel productivo, sino que también, de forma menos advertida, están integradas a nivel de la estructura institucional.

Cabe bien preguntarse ¿cuál es el papel de la institucionalidad en la formación de los clusters? La historiografía de muestras de que juega un papel clave, puesto que el clúster, sólo es posible bajo normas que salvaguarden las relaciones de intercambio e integración entre las firmas aglomeradas en una determinada región geográfica.

Siguiendo el mismo orden de ideas, se tiene que clúster, institucionalidad fuerte y crecimiento económico son todos aspectos que van de la mano. En efecto, el clúster no sólo trae consigo una aglomeración de firmas integradas en su producción dentro de una localidad, también se integran las instituciones de jure y de facto, en aras de la distribución de los recursos y el desempeño económico.

Know How y clusters

Existen distintos modos de crecer económicamente; produciendo más de lo mismo, produciendo mejor de lo mismo y, por último, la diversificación. La evidencia empírica muestra que la forma más eficiente de crecer, es esta última. La diversificación de la producción, a su vez, está directamente correlacionada con el desarrollo de las capacidades, conocimientos y saberes localizados en un espacio geográfico, así como su difusión (know how).

A este respecto, el clúster es sin duda un elemento estratégico para el crecimiento y el desarrollo, dado que promueve el derrame de conocimiento entre firmas, a la vez que facilita la especialización de los trabajadores, quienes adquieren destrezas específicas para trabajar en cualquier firma del sector industrial clusterizado, es decir, se genera una mayor oferta laboral de trabajadores especializados, fenómeno que se enmarca dentro de la movilidad de factores productivos especializados en el clúster.

 

 

Bibliografía.

North, D (1995). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. Chile: FCE