Transición de las casas de valores ecuatorianas
Según la nueva Resolución 231 2016 las casas de valores tienen hasta mediados de agosto para hacer una transición de corporaciones civiles a sociedades anónimas.

Nuevas resoluciones para las casas de valores ecuatorianas

Según la nueva Resolución 231 2016 las casas de valores tienen hasta mediados de agosto para hacer una transición de corporaciones civiles a sociedades anónimas. Si la misma no llega a llevarse a cabo se establece su liquidación y disolución.

El tipo de modelo por sociedades anónimas existe ya en Chile, Colombia, Perú y México, y muchos factores de los negocios e industria ecuatorianos lo reciben con optimismo ya que es un modelo caracterizado por la eficiencia y rentabilidad para los accionistas. También existe la posibilidad de crecimiento debido a cuotas de inversores extranjeros interesados.

Se estableció a través de esta resolución que cada bolsa disponga de un capital mínimo de 5 millones USD,si no se cuenta con esa cifra se puede nombrar a las casas de valores que la conforman como accionistas de forma que puedan cumplir con la cuota. También se establece que las Casas de Valores deben contar con un capital de USD 250.000 si desempeñan sus labores en el corretaje, intermediación en la compra y venta de títulos. Las Casas de Valores que participen como banca de inversión deben cumplir con un capital mínimo de USD 400.000. Se establece un período de dos años para cumplir con esta nueva normativa.

Por el lado negativo muchos lamentan que los capitales mínimos están por sobre los del mercado internacional. Las consecuencias se esperan que no sean mayores para el mercado aunque el sector comercial y manufacturero aún resiente las consecuencias del terremoto. Esto sumado a la inestabilidad del mercado financiero internacional y el fortalecimiento del dólar vs el euro, puede sumar cierta incertidumbre, aunque no sea la causa principal sólo un cambio de modelo de tipo societario.

Ha resultado un semestre con bastante actividad e innovación para los mercados financieros ecuatorianos. Recordemos que en junio la Bolsa de Valores de Quito anunció  que adoptaría el identificador global de instrumento financiero (FIGI) para identificar los valores de renta variable, incluidas acciones ordinarias, acciones preferentes y fideicomisos. El mismo es un estándar internacional establecido por Object Management Group. El objetivo de esto es aumentar la transparencia en las transacciones para el mercado local.

Preocupa a los empresarios y operadores financieros la competitividad del mercado frente al fortalecimiento del dólar debido a la separación de Reino Unido de la Unión Europea. Esto pudiera  provocar que las exportaciones ecuatorianas fueran menos atractivas para el mercado frente a las de otras economías emergentes que operan con el euro u otras monedas locales.

Se sabe que todo esto ocurre en un panorama de desaceleración de la economía ecuatoriana, cuyo PIB disminuyó el año pasado 1 % con respecto a 2014, tendencia que algunos esperan que se extienda a este año. Un PIB de 3% el año pasado terminó siendo el más bajo de la región.

Por otro lado para Ecuador, el gasto público sobre la economía incluso salvó de una contracción en 2015. Sin embargo, para el año 2016, se espera que Brasil, Ecuador y Venezuela se contraigan entre 3.8, 4.5 y 8% respectivamente. La estimación del FMI sobre el crecimiento de Ecuador se hizo antes del devastador terremoto, que costó al país $ 3 mil millones (3% del PIB), según cifras del gobierno. Esto va a eliminar un estimado de 0,7 punto porcentual al producto interno bruto este año y se requieren $ 3.344 millones para la reconstrucción.

Frente a esta realidad el presidente Rafael Correa se expresó con énfasis en la reconstrucción: “Sin embargo, vamos a seguir presionando con viento en popa como lo hemos venido haciendo”, prometió, al tiempo que admitió que el terremoto había devastado las industrias de la pesca y el turismo, que se encuentran entre las principales fuentes de ingresos de los negocios e industrias ecuatorianas.

También se espera que la provincia de Manabí vea caer alrededor del 10 por ciento de su PIB este año, como resultado, mientras que el 3,4 por ciento de su fuerza laboral ha perdido su trabajo.

La reconstrucción se planifica que será cubierta  por el sector público y privado, el Estado va a cubrir el 67 por ciento y el sector privado 33 por ciento. El 1 de junio, el gobierno también activó nuevas medidas financieras para recaudar fondos, incluyendo el aumento del IVA del 12 al 14 por ciento, y un impuesto adicional vale un día de salario para aquellos con salarios superiores a $ 1.000 por mes.

Por lo que se puede concluir que el año cerrará  con bastantes dificultades y una posible contracción.